Seguridad informática personal: 10 cosas que no deberías hacer

Actualmente pasamos gran parte de nuestro tiempo online. Y los hackers también. Sobretodo esos hackers aburridos que se dedican a robar información de donde sea. Ya sé qué estás pensando, “a mí no tienen por qué hackearme”, “si no tengo nada que valga la pena robar”, etc. Claro, claro. A ti nunca te pasaría. ¿Crees que a los que les ha pasado no pensaban como tú? No sabes cuánto vale tu información en el mercado negro hasta que te llega la factura de tu tarjeta de crédito que ha sido clonada. Para intentar evitarlo, te voy a explicar los 10 grandes pecados de la seguridad informática. Te prometo no decir a nadie lo que estabas haciendo ¿vale?

No dejarías la puerta de tu casa abierta…

De la misma manera que cierras la puerta de casa con llave por seguridad, también deberías cerrar puertas de acceso a tu ordenador, por ciberseguridad. O al menos no abrirlas. He aquí 10 cosas que no deberías hacer.

  1. Utilizar contraseñas como “12345”, “123456” o “123456789”. Si lo haces, lo más probable es que ya te hayan hackeado alguna cuenta. Y si no lo han hecho todavía, es cuestión de tiempo. Que sepas que compartes contraseña con unos 500 millones de personas que hasta podrían entrar en tu cuenta por simple error. He aquí cómo crear una mejor. Recuerda no utilizar la misma clave en todas partes tampoco – puedes utilizar un gestor de contraseñas para mayor seguridad.
  2. El uso del antivirus no es opcional. Ya sé que es un palo y que te parece innecesario, pero la próxima vez que haya una oleada de ataques informáticos con filtración de datos, te sentirás un poco más a salvo. Te dejo unas recomendaciones de antivirus gratuitos para Windows y también para Mac.
  3. Trabajar con programas desactualizados. Las versiones de software se tienen que actualizar para añadir las últimas medidas de seguridad creadas por el desarrollador. Este consejo aplica tanto al ordenador como al móvil. Utilizar software desactualizado facilita el robo de datos, como bien demostró el servicio de salud pública británico hace tres años.
  4. Abrir correos y enlaces que no sabes de dónde provienen. Cuando recibas un correo electrónico de una cuenta desconocida, desconfía. El antivirus debería poder analizarlo por ti, pero ante la más mínima duda, no lo abras. Te prometo yo que no has ganado un sorteo en el cual no has entrado y ningún familiar lejano que desconocías te ha dejado varios millones en herencia. La probabilidad de que sea verdad y no un ataque de phishing es… 0%.
  5. Publicar fotografías en redes sociales que contienen datos privados. Vale que es difícil ser tan inconsciente como para publicar fotos de tus tarjetas (¿o no?), pero cuidado que a veces la información que debería ser confidencial sale de fondo y puedes no darte cuenta.
  6. Acceder a webs sospechosas. Otro fallo de principiante, pero que sigue la ruina de muchos. Me refiero a hacer clic en esos anuncios demasiado buenos para ser verdad o, peor aún, meterse en la “deep web” sin tener conocimientos avanzados de ciberseguridad, 3 o más firewalls, 7 VPNs… Vamos, que es mejor navegar entre páginas de confianza, con certificados de seguridad y no explorar demasiados “callejones oscuros” online.
  7. Hacer compras online en páginas que desconoces. Esta es otra manera de “regalar” tu información a los hackers, ya que para realizar una compra tienes que introducir los detalles de tu tarjeta. Sobra decir que el cargo que harán en tu tarjeta sea seguramente mucho mayor y que el pedido no te llegará jamás. Hay dos maneras de evitar este tipo de fraude: la primera es que no compres en páginas que desconoces; la segunda, utilizar una tarjeta virtual de prepago de un solo uso (como las que ofrecen Revolut o N26, por ejemplo).
  8. Conectarse a redes WiFi Esta te puede parecer “exagerada” pero quizás cambies de opinión si te digo que para entrar en tu cuenta de Facebook (y muchas otras) no necesito tu contraseña, solo necesito que estés conectado a la misma red WiFi abierta y tengas las cookies activas (que los tienes, ni lo dudes). Esta es una práctica de hacking relativamente inofensiva pero muy habitual entre los estudiantes de informática (por lo fácil que es hacerlo). Claro que alguien con malas intenciones puede sacar muchísima información de tus cuentas en redes sociales. Si no puedes más y tienes que conectarte a una red abierta, al menos asegúrate de no acceder a tus cuentas bancarias J
  9. Descargar contenido de fuentes dudosas. Ya sea música, películas o programas que intentes descargar, asegúrate que la fuente es de fiar. iTunes es una fuente de confianza para descargar música, Torrent no lo es.
  10. No guardar copias de seguridad. Para quienes no lo sepan, los sistemas operativos te dan la opción de guardar una versión del sistema en el momento del guardado para poder revertir a esa forma si algo sucede (como por ejemplo una infección con virus). Si no sabes cómo hacerlo, aquí te dejo la explicación para PC y para Mac.

Sigue mi consejo y no hagas las 10 cosas que he mencionado para navegar con más seguridad en internet. Te pueden parecer tonterías, pero si no estás al tanto de las amenazas que te puedes encontrar online es más fácil que caigas en sus trampas. Los maleantes cuentan con la desinformación y la confianza de las personas. Así que infórmate y desconfía si desconoces.

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